jueves, 27 de enero de 2011

Construyendo la casa de Dios

Lectura bíblica: Nehemías 8:1-12 (11)

8:1 y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está
delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el
libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel.
8:2 Y el
sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de
mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo.
8:3 Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de
las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y
de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos
al libro de la ley.
8:4 Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de
madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías,
Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías,
Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam.
8:5 Abrió, pues,
Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el
pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.
8:6 Bendijo
entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén!
alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.
8:7 Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías,
Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la
ley; y el pueblo estaba atento en su lugar.
8:8 Y leían en el libro de la
ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.
8:9 Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas
que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Jehová
nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba
oyendo las palabras de la ley.
8:10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y
bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque
día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es
vuestra fuerza.
8:11 Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo,
diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis.
8:12 Y todo el
pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande
alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.


El nombre de Nehemías se ha tornado familiar en medio nuestro.
Representa el proyecto de construcción o adquisición del templo para Dios. SILOE quiere tener un lugar propio para adorar a Dios.
Porqué hemos tomado como representativo de este proyecto, el nombre de Nehemías?
Esta es la historia que nos identifica.
En épocas de diáspora, el pueblo de Israel que se hallaba en Babilonia, se percató que su tierra, sus casas, su templo estaban destruidos y bajo la conducción de Nehemías, quien era el copero del rey Artajerjes, decidieron reedificar su pueblo, comenzando por levantar las murallas. Contó para esta delicada misión con la ayuda de Esdras, quien fue el líder de este pueblo que llegaba a los 50.000 en número total.
Hay detalles de esta reconstrucción que deseo analizarlos con uds. Para provecho espiritual.
Probablemente resalta significativamente que estos dos varones de Dios tuvieron oposición al proyecto de reconstruir los muros. Se citan nombres y acciones, pero igualmente se narra como respondieron ante esta amenaza.
Una vez que se cumplió con el cometido de levantar los muros, se congregaron en el templo y en un lugar adecuado leyeron la Torá con tal unción, que algunos se pusieron a llorar. Entonces el pedido de quienes estaban realizando este culto de adoración a Dios fue: Callad porque el día es santo; no os entristezcáis.
Nosotros queremos construir o adquirir un templo para el Señor, en donde SILOE se reúna para hacer sus cultos a Dios, a compartir las bendiciones que El nos da, a alimentarnos de Su Palabra, aun para llorar. Por eso Nehemías fue escogido como el nombre símbolo de nuestro proyecto.
Que Dios te mueva a ser parte del mismo, en diferentes maneras, orando, ofrendando, buscando el lugar, proponiendo, es decir involucrándote en todo aspecto.
Bendiciones!
Pr. Roberto Proaño S.

sábado, 22 de enero de 2011

Señor Háblame ¡

Lectura bíblica: Jueces 6: 11-24 (17)


6:11 Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas.
6:12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.
6:13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.
6:14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
6:15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
6:16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
6:17 Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.
6:18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
6:19 Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina.
6:20 Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así. 6:21 Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista.
6:22 Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara.
6:23 Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.
6:24 Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.


En medio de la necesidad urgente de escuchar las indicaciones de Dios, surge este mensaje que pretende refrescar la lección aprendida por Gedeón.
Aprenderemos un poco mas de esta figura bíblica que muy bien nos representa, ubicaremos en el concepto de madianitas y amalecitas a los enemigos que, bien pueden ser externos y me temo que en la gran mayoría son internos, escondidos en nosotros mismos.
Como cristianos queremos estar seguros de cómo proceder en estas circunstancias difíciles. Nos urge escuchar la voz clara de Dios para decidir qué hacer.
Ud. y yo somos de carne y hueso, llenos de emociones, pensamientos y afectos. Hay una fuerza espiritual que hace posible controlar los impulsos carnales, ese es el Espíritu Santo.
Aspiro que esta mañana nos marque el ES de tal manera que sepamos distinguir la respuesta del cielo para nuestra vida.
Dios habla claramente, nosotros confundimos la respuesta cuando perdemos la sintonía espiritual. Dios no nos va a hablar sino de una manera espiritual.
Gocemos de esta rica historia bíblica y abramos el corazón para que Dios nos hable personalmente.

Pr. Roberto Proaño

miércoles, 12 de enero de 2011

Esclavo o libre

Lectura bíblica: Éxodo 15: 22 hasta el 16: 3 (25 b)



15:22 E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.
15:23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.
15:24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
15:25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;
15:26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
15:27 Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.
16:1 Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto.
16:2 Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;
16:3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.


Todas las convulsiones sociales del mundo comienzan por el reclamo de libertad. Cada país reclama como su día cívico el día de la independencia. Hay nombres para recordar que los llamamos héroes y les subimos a los altares, pasando por alto sus errores, alabando sus virtudes.
Nadie quiere vivir del pasado de esclavitud. Hoy en día la inconformidad sigue siendo la manifestación humana más común.
En la vida personal, sucede algo similar. No nos conformamos con lo que somos o lo que tenemos. Creemos que lo del vecino es mejor que lo nuestro. Envidiamos y nos mortificamos por no tener lo mismo.
La Biblia nos cuenta que el pueblo de Israel, vivió algo similar. Fueron esclavos en Egipto. Jehová los liberó. Tuvieron líderes que dirigieron al pueblo. Sufrieron en carne propia el agobio del faraón y recibieron la evidencia directa de que Dios estaba guiándolos. Pero no fue suficiente.
Hoy vamos a reconstruir estos hechos y los vamos a trasplantar a nuestras vidas.
Quiera Dios que apreciemos la libertad que EL nos ha dado en Jesucristo y que estemos gozando plenamente de la misma.
Cuál es tu esclavitud?
Sigues pensando que tu vida sin Cristo fue mejor?
Pues le pido a Dios que nos hable con poder para agradecerle por la libertad que nos ha dado y vivamos en plenitud la misma.
Feliz 2011 con Cristo!
Pr. Roberto Proaño S.

viernes, 7 de enero de 2011

Prosigo a la meta



“…olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a
lo que está delante…” (Filipenses 3:13b).


Hay cosas que pasan en la vida que quisiéramos olvidar para siempre. En muchas ocasiones el pasado nos golpea fuertemente y deseamos con toda el alma, que se borrara de nuestras mentes. Algunas personas nunca hablan de su pasado y lo lógico y normal es que sus amigos y conocidos quisieran saber quiénes eran ellos, de dónde eran, quiénes eran sus familias; en fin, como fue su trayectoria hasta que los conocimos.

El apóstol Pablo escribió a los Filipenses 3:13 diciéndoles, que el proseguir hasta alcanzar la meta y así llegar al hombre perfecto, al cual no había llegado alcanzar todavía y para hacerlo tenía que: "Olvidar ciertamente, lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios, en Cristo Jesús".
El apóstol tenía razón, él no podía apoyarse, ni siquiera recordarse de su vida pasada; él había perseguido la Iglesia, estuvo en la muerte de Esteban y más que eso, tuvo que oír de los labios del mismo Señor estas palabras: "Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?".
Hay un dicho popular que dice: "No debemos mirar atrás ni para coger impulso." Quizás hay pasados brillantes en la vida, pero eso no nos va a dar crédito para el futuro que tenemos que recorrer.
No podemos sentarnos en los laureles pasados; cada día, cada semana, cada mes, y cada año traen nuevos retos, nuevas experiencias, nuevas demandas, etc., etc. Tenemos que apoyarnos en el presente, en la fuerza y el poder de Dios que nos asista ahora, en el momento que estamos viviendo, para ir ganando el futuro.
Tenemos que proyectarnos para alcanzar nuestra meta durante el año. Como el atleta que corre, no podemos mirar atrás porque así nunca alcanzaremos la meta.

La fe y la esperanza que tengamos ahora nos proyectará hacia adelante, digamos entonces: "Si Dios con nosotros, ¿quién contra nosotros?". Aunque tengamos muchas batallas perdidas en el pasado, todavía no se ha perdido la guerra. Falta aún para la meta, la carrera no ha terminado, ¡Sigamos adelante!


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