Lectura bíblica: Lucas 19: 28-40 (38)
19:28 Dicho esto, iba delante subiendo aCon todos los antecedentes citados en
Jerusalén. 19:29 Y aconteció que
llegando cerca de Betfagé y de Betania, al
monte que se llama de los Olivos,
envió dos de sus discípulos, 19:30
diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al
entrar en ella
hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha
montado jamás;
desatadlo, y traedlo. 19:31 Y si alguien os
preguntare:
¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo
necesita.19:32
Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como
les dijo. 19:33 Y
cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por
qué desatáis el
pollino? 19:34 Ellos dijeron: Porque el Señor lo
necesita. 19:35 Y lo
trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el
pollino, subieron a
Jesús encima. 19:36 Y a su paso tendían sus mantos por
el camino. 19:37
Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los
Olivos, toda la
multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a
grandes
voces por todas las maravillas que habían visto, 19:38 diciendo:
¡Bendito el
rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en
las
alturas! 19:39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le
dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. 19:40 El, respondiendo, les
dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras
clamarían.19:41 Y
cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró
sobre ella,
este evangelio, llegamos a recordar la entrada triunfal a Jerusalén, por parte
de Jesús y todos quienes marcharon largos kilómetros esperando que este momento
finalmente sea el de la gran revelación o revolución.
Como había fatiga en contra de Roma,
muchos esperaban que este tiempo sacudiría los cimientos políticos, el rey de
los judíos entraba en su reino que era Jerusalén. Había que ver si las
autoridades lo permitían.
De otro lado muchas interrogantes se
comentaban entre los seguidores, pero no eran audibles porque mas eran los
cantos y las alabanzas.
Bien vale reflexionar en estos momentos
que fueron dos similares, el uno cuando nació Jesús y se cantaba ¡Gloria a Dios
en las alturas! Y en esta ocasión en donde se volvía a cantar ¡..paz en el
cielo y gloria en las alturas!, solo que esta oportunidad era el inicio del
camino a la cruz es decir de su muerte. ¿ Cómo se puede cantar lo mismo al
nacer y al morir?
El otro momento que llama la atención es
que tanto al nacer como al ir a la cruz Jesús lloró. No cabe dudas que fue un
niño normal y debió llorar en el templo, en el establo cuando nació y ahora
cuando entra a Jerusalén vuelve a llorar pero esta vez es camino a la cruz.
Finalmente con su permiso voy a
relacionar este momento con el cumplimiento de la profecía de Zacarías en el
capítulo 9 verso 9 y daremos inicio a una semana llena de cumplimientos
proféticos.
Dios nos bendiga