miércoles, 24 de junio de 2015

Tercer viaje de Pablo



Lectura bíblica: Hechos 19:1-28 (5)


Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos,
les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
Eran por todos unos doce hombres.
Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios.
Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno.
10 Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús.
11 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo,
12 de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían.
13 Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo.
14 Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto.
15 Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?
16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.
17 Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús.
18 Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.
19 Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.
20 Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.
21 Pasadas estas cosas, Pablo se propuso en espíritu ir a Jerusalén, después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: Después que haya estado allí, me será necesario ver también a Roma.
22 Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, Timoteo y Erasto, él se quedó por algún tiempo en Asia.

El alboroto en Efeso

23 Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino.
24 Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices;
25 a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza;
26 pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.
27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.
28 Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: !!Grande es Diana de los efesios!

Cada viaje del apóstol Pablo está lleno de historias que el día de hoy nos ayudan en el entendimiento de la doctrina que inspiró a este siervo de Dios.

En el capítulo anterior se revisa como Pablo no desmaya pese a las adversidades y contiendas.

Ahora en cambio nos va a demostrar como pueden darse confusiones en un mal entendido plan de salvación y con personas muy bien intencionadas.

Apolos era un varón elocuente, es decir hablaba muy bien (18:24) y conocía las escrituras aunque SOLAMENTE conocía el bautismo de Juan. Gracias a esta pareja que conocía Pablo, me refiero a Priscila y Aquila, Jesús fue presentado a Apolos y el creyó (28) quedándose en Corinto para anunciar el evangelio de salvación en Cristo Jesús.

Mientras tanto Pablo va a Éfeso y se encuentra con un grupo de creyentes que tampoco conocían la verdad en Jesús y cuando se la presentan se bautizan.

Aquí vale aclarar que esta enseñanza se aplica el día de hoy a quienes dicen es que a mi me bautizaron de niño(a), hermano debes entender el bautismo que es en el nombre del Señor Jesús es irrepetible.

Pablo se queda largos períodos entre esta congregación (19:10) y hacía milagros en el nombre de Jesús.

Unos exorcistas ambulantes habían visto que Pablo hacía estos milagros y lo observaron tratando de descubrir las claves de su éxito y pretendieron hacer lo mismo.

Mire usted lo que les pasó (19: 13-18)

El siguiente episodio fuerte fue el del templo de la diosa Diana de los efesios.

Pablo y sus colaboradores macedonios estuvieron a punto de ser linchados. La idolatría encegueció a los efesios y en un solo grito aclamaban a su diosa, que por lo demás era reconocida en toda el Asia.

Nos suena familiar el cuadro?

Hoy en día el culto irracional a los ídolos reemplaza al culto del único Dios verdadero en algunos lugares del mundo.

Debemos seguir hablando de Jesús el Salvador, a toda criatura. 
Pastor Roberto Proaño

jueves, 18 de junio de 2015

Prosigue con la misión



Lectura bíblica: Hechos 18:1-21 (9)

18  Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto.
Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos,
y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas.
Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo,[a] y persuadía a judíos y a griegos.
Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo.
Pero oponiéndose y blasfemando éstos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles.
Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba junto a la sinagoga.
Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados.
Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles;
10 porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.
11 Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios.
12 Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal,
13 diciendo: Este persuade a los hombres a honrar a Dios contra la ley.
14 Y al comenzar Pablo a hablar, Galión dijo a los judíos: Si fuera algún agravio o algún crimen enorme, oh judíos, conforme a derecho yo os toleraría.
15 Pero si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de estas cosas.
16 Y los echó del tribunal.
17 Entonces todos los griegos, apoderándose de Sóstenes, principal de la sinagoga, le golpeaban delante del tribunal; pero a Galión nada se le daba de ello.
18 Mas Pablo, habiéndose detenido aún muchos días allí, después se despidió de los hermanos y navegó a Siria, y con él Priscila y Aquila, habiéndose rapado la cabeza en Cencrea, porque tenía hecho voto.
19 Y llegó a Efeso, y los dejó allí; y entrando en la sinagoga, discutía con los judíos,
20 los cuales le rogaban que se quedase con ellos por más tiempo; mas no accedió,
21 sino que se despidió de ellos, diciendo: Es necesario que en todo caso yo guarde en Jerusalén la fiesta que viene; pero otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere. Y zarpó de Efeso.


No temas, sino habla, y no calles.

El ambiente de agitación, por protestas y blasfemias en contra de Pablo, son los distintivos de estos días en Corinto.

Pablo, en un gesto de hastío se sacude los vestidos y deja en los burlones la responsabilidad de la muerte de Jesús. Poco o nada entendían de esto, lo único que querían era callar a Pablo y su predica de salvación en Cristo Jesús.

Interesa descubrir el hallazgo con varias personas que en cambio fueron sensibles al mensaje y al llamado.

Primero hay una pareja, Priscila y Aquila, con quienes se identifica rápidamente, pues hasta compartían el mismo oficio.

Justo es el nombre de un hospedador, Crispo el principal de la sinagoga, se entiende que conocía de las sagradas escrituras y creyó en el Señor junto con los de su casa.

Todos los que se convertían no demoraban en bautizarse. Esto es un hecho sobresaliente de obediencia e identidad de nuevas criaturas.

Pero no cabe dudas que las luchas y las tenciones del día deben haber hecho mella en Pablo.

De ahí que es importante este verso, cuando se revela una nueva visión en la vida del apóstol, Dios le habla y le pide que no calle y que prosiga con su ministerio de predicación.

Le ofrece protección y seguridad de que nada malo le iba a ocurrir y aparentemente era porque  muchos se habían convertido y había un gran número de creyentes.

Todo este preámbulo para enfrentar un juicio instaurado por los judíos ante un tribunal romano presidido por Galión. Este no encontró motivos de sanción para Pablo y rechazó las acusaciones.

Los judíos molestos por este hecho se volcaron sobre su líder llamado Sóstenes y aplacaron su ira maltratándolo a él.

Priscila y Aquila se mantuvieron junto a Pablo y siguieron su camino de predicación juntos.

La lección se encierra en no abandonar la tarea propuesta.

Pastor Dr. Roberto Proaño


domingo, 7 de junio de 2015

Timoteo, el macedonio y el carcelero



Lectura bíblica: Hechos 16:1-10 (31)

 1 Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego;
 2 y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.
 3 Quiso Pablo que éste fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego.
 4 Y al pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardasen.
 5 Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día.
 6 Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia;
 7 y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió.
 8 Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas.
 9 Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.
 10 Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.


Habíamos dejado a Pablo que se juntó con Silas, el otro elegido por la congregación para que le acompañe y fueron confirmando a las iglesias.
Llama poderosamente la atención que el verso 40, menciona que salieron los dos y el verso 1 del cap. 16 dice en singular que LLEGÓ a Derbe y a Listra. Esto hace presumir que Silas se quedó en las anteriores congregaciones y en esta ocasión se encuentra con Timoteo.
Esta es la primera mención que se hace de este joven de quien más tarde se ocupará en demasía a tal punto que le dirige dos cartas.
Aprendamos algo de la vida de Timoteo, por ejemplo dice Pablo que era hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego. Este hecho justificaba algunas acciones que tomó Pablo, por ejemplo el de pedirle que se circuncide, a diferencia de Tito (Gálatas 2:3-5) quien no era Judío y no tenía esta obligación.
Luego se sucede un hecho notable que hable de la sujeción en el ES. Pablo tenía un itinerario de viaje y se ve interrumpido por razones espirituales y desvía su viaje hacia Macedonia y va a predicar en esa ciudad en donde muchos se convierten.
Finalmente y de la forma cimera tenemos la experiencia de Pablo y Silas en la cárcel. Que episodio de impacto. Nos deja una lección de fe que se traduce en el verso lema del día de hoy.
CREE EN EL SEÑOR JESUCRISTO……. 
Pastor Roberto Proaño

Conflictos Legalistas

LECTURA BIBLICA: HECHOS 15:1-12(11)

 1 Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.
 2 Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión.
 3 Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos.
 4 Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.
 5 Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.
 6 Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto.
 7 Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen.
 8 Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros;
 9 y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.
 10 Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?
 11 Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.
 12 Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles.


No cabe dudas que hubo un impacto con la predicación de esta nueva manera de ser salvos, ya no era por la observancia de la ley sino por la gracia dada en Cristo Jesús.
Quedaba un rezago de judíos muy afiliados  a la ley de Moisés que se negaban a entender esta vía otorgada por Dios. Su apego a la circuncisión que era legalmente reconocida (Gén 17:10-14) debía ser confrontada con la palabra de Jesús  (Juan 14:6) (Juan 3:16)Largas horas de confrontación dice el verso 2 de este capítulo 15 de Hechos, debieron sostener Pablo y Bernabé. Dice que citaron a otros apóstoles y ancianos para hablar de este tema. Entre estos se hallaba Pedro quien había salido de los relatos de Lucas y que reaparece en esta discusión.
Debemos revisar lo escrito por Pablo a los Gálatas en la correspondencia de este hecho en el capítulo 2: 11- 16 para enterarnos de como se enfrentan  las diferencias doctrinales. Pablo fue muy directo y reclamó
rectificaciones a sus hermanos en la fe y les pidió no ceder ante loslegalismos que los judíos invocaban.
Notemos también que en este capítulo se menciona un distanciamiento entre los apóstoles, por motivos muy humanos. Pablo no quiso ir de misiones con Juan Marcos, porque este había desertado de la primera vez que lo invitaron en Hechos 13:13 y entonces Bernabé lo recogió y se fue con el.
No siempre nuestros compañeros de tarea son los que quisiéramos según nuestro deseo. Debemos respetar las individualidades y apreciar los dones de los demás. No descalifiquemos a nadie que profesando ser de Cristo tiene otras ideas de como hacer la obra.
El rol de la congregación es reconocer a los varones y a las mujeres de Dios  que están aptos para la buena obra y designarles tareas. En correspondencia estos deben cumplir con la misma recordando que lo hacemos para el Señor y no para los hombres (Ef. 6:7).
Un tema interesante de analizar es el que se menciona en el verso 20.
Los gentiles que aceptaban a Cristo, para respetar su nueva confesión de fe, no debían comer comidas consagradas a los ídolos, no incurrir enpecados sexuales y respetar el consumo de carne de animales que han sido
desangrados.
De esta manera se ponía un puente entre los judíos cristianos y los gentiles de manera que su convivencia era posible.
Pablo va a escribir en Colosenses 2:11 una declaración sobre la circuncisión, dando por terminado el tema de discusión.
Que Dios añada bendiciones a este mensaje válido para SILOE en estos días.

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