sábado, 29 de octubre de 2011

Jesús el buen pastor

Lectura bíblica: Juan 10: 1-21(7)




10:1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. 10:2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 10:3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 10:4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 10:5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 10:6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.10:7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.10:8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 10:11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 10:12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 10:13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 10:14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 10:15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 10:16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 10:17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. 10:19 Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras. 10:20 Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? 10:21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado.


¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?Estamos celebrando el Dia de la Reforma y hemos gozado de una espléndida noche de reflexión y conversatorio el pasado viernes 28. No haré mas énfasis en el tema de Martín Lutero y la Reforma protestante, a cambio me referiré a un tema fresco para todos: JESÚS EL BUEN PASTOR.
Si hay un modelo al que imitar este es el de Jesús y a los pastores nos queda claro que su ejemplo es el que debemos seguir.
Voy a intentar sumergirme en el texto de este hermoso pasaje para extraer las enseñanzas entrelazadas en las Sagradas Escrituras.
La primera figura de un pastor se describe en la persona de Abel, de modo que es la tarea mas antigua que un ser humano ha desarrollado y esto incluye el cuidado para llevarlas a buenos pastos y aguas frescas, cuidarlas de los terrenos quebradizos, vigilar que no sean devoradas por otros animales, guardarlas en un redil para que pasen la noche seguras.
Miremos algunos pasajes de las escrituras que nos hablan de estos detalles. A la vez pensemos que no todos los animales se comportan como las ovejas y que el pastoreo escogido como el ejemplo tiene una riqueza espiritual que no lo pueden brindar los leones por ejemplo o los cerdos.
El pastor de acuerdo al tamaño del rebaño suele encargarlo a su hijos para el cuidado o puede contratar un empleado para que le ayude, lo cual ya implica un cuidado indirecto.
Cualquiera de ellos debe responder por las ovejas encargadas.
En el AT la figura cimera del pastor la tiene el Salmo 23, en tanto que en el NT la tiene este capítulo 10 de Juan.
Para quienes somos sus pastores este es undía especial para rendirle cuentas a Dios por cada uno de Uds.
El Señor les bendiga siempre

domingo, 16 de octubre de 2011

Testimonio eficaz


Lectura Bíblica
1 Juan 2: 1-6 (6)
2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
2:5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
El testimonio es una palabra que significa dar una declaración que afirma o asegura una cosa. También representa una prueba, justificación y comprobación de la certeza o existencia de una cosa. El testimonio cristiano como valor es más que una afirmación o declaración, es el ejemplo de vida que damos a los demás a partir de nuestros principios y valores cristianos. Es la evidencia real del cambio que Jesucristo ha realizado en nuestras vidas.
El cristiano está llamado a dar testimonio de su fe verdadera en Jesucristo a través del ejemplo de vida, ya sea por medio de palabras, actos o gestos. Y esto no para vanagloria propia sino para que vean y crean en el Señor Jesucristo. Pero, como suele suceder en toda práctica de un valor, no siempre todos son consecuentes con los mismos. Hay los que hablan y pregonan la vigencia de algún valor y luego con sus actos contradicen todo lo afirmado. En estos casos solemos decir: mal testimonio de vida.
El testimonio de vida tiene dos aspectos: el testimonio personal y el testimonio colectivo. En ambos casos los testimonios tienen como propósito dar a conocer el nuevo cambio de vida, la plenitud de vida en Cristo. El cambio de una vida mediocre a una vida de calidad.
Hoy el mundo necesita de los ejemplos de vida, tanto personales como colectivos, que conlleven a un cambio radical y cuyos resultados sean una vida feliz y agradable. Necesitan este testimonio los padres de familia, los hijos, los gobernantes, los maestros, los cristianos y toda persona que anhela un mundo mejor.
Jesús mismo es un ejemplo o testimonio de vida. Vino al mundo a redimir a todo aquel que estaba perdido y otorgarle una vida abundante a través de la fe en Él. Dio su vida como sacrificio vivo. Todo su ministerio es ejemplo de santidad y obediencia a su Padre celestial.
Vivir la fe y proclamar sus enseñanzas es lo que nos pide Jesús. A través de la propia vida, buscando las ocasiones para hablar, no desaprovechando ni una sola oportunidad que se nos presente, damos a conocer al Señor. Nuestra tarea consiste, en buena parte, en hacer alegre y amable el camino que lleva a Cristo. Si actuamos así, muchos se animarán a seguirlo, y a llevar la alegría y la paz del Señor a otros hombres. ¡El mundo sería un lindo paraíso para habitar!
Que el Señor de la Vida nos ayude a dar buen testimonio de nuestras fe cristiana, ahora y siempre. Amén.
Pr. Julio Cabrera

sábado, 8 de octubre de 2011

Seguridad de Salvación

Lectura bíblica: 1 de Juan 1-12 (12)

2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
2:5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
2:7 He
rmanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.
2:8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
2:9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
2:10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
2:11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
2:12 Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.

El segundo e inmediato tema del compromiso cristiano tiene que ver con la Seguridad de Salvación.

Los ejemplos para aclarar el tema sobran. Comenzaré diciéndoles que cuando Ud se salva de morir, es evidente el susto y la alegría por lo sucedido. Si alguien ha sido salvado de ahogarse lo puede contar, si fue por un accidente de tránsito de la misma manera, si alguien escapó de un incendio igual pero si alguien estuvo por morir por una enfermedad podrá contar cómo luchó y se salvó.

El resultado es el mismo, se salvó y de esto está seguro a tal punto que disfruta de la vida. Quien sabe cambió su estilo de vida y mejoró sus perspectivas y goza mejor de la vida.

Permítame aplicar este mismo proceso con la vida de dos personajes bíblicos. El uno es Pablo, quien era un perseguidor de la iglesia, cruel, despiadado, de pronto tiene una experiencia espectacular que o deja ciego y se convierte en la fe hacia Jesús. EL lo salva y en consecuencia su vida cambia. Gocemos de este episodio en Hechos 9.

El otro personaje viene del AT y se relata en el libro de Números 22, se trata de Balaam.

Yo no sé a quien Ud se parece, pero si no tiene seguridad de salvación le invito a tomar su decisión hoy. No importa si ha venido por años a la iglesia, si canta en el coro, si da su ofrenda religiosamente, si tiene amigos cristianos.

La salvación es personal, nadie le puede dar decidiendo, acepte a Cristo hoy y asegure su salvación.

Que Dios le toque el día de hoy.

Pr. Roberto Proaño

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