sábado, 27 de agosto de 2016

Momentos importantes de la vida

Lectura bíblica: Hechos 8: 1-3 y 9:1-22 (20)

Saulo persigue a la iglesia

Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él.
Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.

Conversión de Saulo

(Hch. 22.6-16; 26.12-18)

Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote,
y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén.
Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;
y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie.
Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,
donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,
12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;
14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.
15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;
16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
19 Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.

Saulo predica en Damasco

20 En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios.


Este mes ha sido especial para revisar los temas bíblicos. Me tomo la libertad de hacer una reflexión basado en los mismos.
Cada uno tiene opciones que escoger en ciertos momentos claves de la vida. Cuando el tiempo transcurre usualmente nos provoca retroceder el tiempo porque desearíamos cambiar las elecciones tomadas.
Miremos y recapitulemos la historia del sacerdocio de Melquisedec. Aspiro que la memoria de ustedes sea mas grata que la mía pero personalmente, debo reconocer que mi linaje espiritual me identifica con esta casta, la de Jesús. Soy de la orden de Melquisedec.
Luego he de saltar sobre la vida de Samuel, un hijo de promesa y esto me recuerda que las promesas que se hacen a Dios hay que cumplirlas, no puedo jugar con estas ofertas, en donde Dios cumple con sus promesas y yo le fallo.
Finalmente me tengo que acordar del anatema. No puedo apropiarme de algo contaminado y prohibido. Dios es el de las victorias y yo debo respetar lo que EL me da, peor esconder lo prohibido.
Este domingo debo rescatar la historia del apóstol Pablo.
De perseguidor a libertador de un pueblo que proclama a Jesús como su Señor.
Al revisar la palabra de Dios miro que Pablo, con una sólida formación militar, una información teológica formidable había equivocado su camino. Perseguía a la iglesia, estuvo presente cuando mataron a Esteban, un cristiano ejemplar.
De pronto ocurre el encuentro con Jesús a quien el persigue.
Queda enceguecido por tres días. Tres días de obscuridad y desesperanza. Sometido y afligido. Imagino que ni comía. De pronto Dios estaba trabajando con un emisario suyo para que lo visitara y lo curara devolviéndole la visión.
Sin lugar a dudas, este Pablo, era diferente luego de esta experiencia.
Habría el querido retroceder el tiempo y cambiar las persecuciones por apoyo las congregaciones. Cuanto tiempo perdido!
Este es le momento de rectificar rutas. No podremos cambiar el pasado pero si reorientar el futuro.
Dejemos que el Señor guíe nuestra vida, escucha su voz.

Pastor Roberto Proaño

domingo, 21 de agosto de 2016

Jericó y el anatema

Lectura bíblica: Josué 6:1-18 (18)

La toma de Jericó

Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía.
Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra.
Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días.
Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas.
Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante.
Llamando, pues, Josué hijo de Nun a los sacerdotes, les dijo: Llevad el arca del pacto, y siete sacerdotes lleven bocinas de cuerno de carnero delante del arca de Jehová.
Y dijo al pueblo: Pasad, y rodead la ciudad; y los que están armados pasarán delante del arca de Jehová.
Y así que Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, pasaron delante del arca de Jehová, y tocaron las bocinas; y el arca del pacto de Jehová los seguía.
Y los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las bocinas, y la retaguardia iba tras el arca, mientras las bocinas sonaban continuamente.
10 Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces gritaréis.
11 Así que él hizo que el arca de Jehová diera una vuelta alrededor de la ciudad, y volvieron luego al campamento, y allí pasaron la noche.
12 Y Josué se levantó de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca de Jehová.
13 Y los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, fueron delante del arca de Jehová, andando siempre y tocando las bocinas; y los hombres armados iban delante de ellos, y la retaguardia iba tras el arca de Jehová, mientras las bocinas tocaban continuamente.
14 Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento; y de esta manera hicieron durante seis días.
15 Al séptimo día se levantaron al despuntar el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera siete veces; solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces.
16 Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad.
17 Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos.
18 Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis.
Los datos arqueológicos señalan que Jericó fue construida hace mas de diez mil años. Está situada en Cisjordania, cerca del río Jordán. Fue una ciudad cananea.
En esta ciudad vivía Rahab la ramera, aquí se sucedió el evento de los doce espías que fueron a mirar por dentro de los muros enormes, que clase de habitantes poblaban esta ciudad.
De esta ciudad se dijo que tenía una tierra muy fértil y que los racimos de uvas eran tan grandes que debían ser transportados por dos personas. Su nombre significa ciudad de las Palmas.
Josué vive uno de los episodios de guerra santa muy reconocidos, la batalla final tuvo lugar en el 1405 aC. Era una ciudad rica pero no muy grande, eso si era muy amurallada.
Para nuestra meditación nos embarcaremos en este episodio narrado en el libro de Jueces capítulo 6
Sin embargo me gustaría comenzar en la parte final del capítulo 5: 13-15
Este episodio me recuerda a Moisés cuando ardía la zarza.
Esta ocasión Jehová envía al jefe de su ejército para hablar a Josué y darle esta tarea.
Jericó permanecía cerrada con sus puertas por la presencia de los israelitas en los alrededores, no había forma de penetrarla.
Fue entonces cuando Jehová diseñó una estrategia de guerra y le promete a Josué que será el vencedor, pero en el verso 18 le pide que se guarden del anatema.
Qué era el antema?
Era todo el producto de la guerra que no sería tomado por inmundo, excepto los utensilios del templo.
Según el relato Jehová cumplió y los israelitas hicieron suya la ciudad.
Según lo relata el capítulo 7 verso 13 alguien tomó del anatema y Jehová lo revela.
Miremos detenidamente lo narrado desde el 14 hasta el 26.
Que pesar que alguien muy querido haya fallado. La sentencia estaba echada.
La aplicación personal es múltiple
1.- Dios conoce tus luchas 2.- EL diseña el plan de batalla 3.- Nuestro rol es obedecer 4.- La victoria es de Jehová 5.- No tomes lo que no te pertenece. 6.- Si retienes lo que no es tuyo no hay bendición.
Pastor Roberto Proaño

EBENEZER

Lectura bíblica:1 Samuel 7:3-17 (12)

Samuel, juez de Israel

Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y sólo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos.
Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron sólo a Jehová.
Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré por vosotros a Jehová.
Y se reunieron en Mizpa, y sacaron agua, y la derramaron delante de Jehová, y ayunaron aquel día, y dijeron allí: Contra Jehová hemos pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en Mizpa.
Cuando oyeron los filisteos que los hijos de Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron los príncipes de los filisteos contra Israel; y al oír esto los hijos de Israel, tuvieron temor de los filisteos.
Entonces dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, para que nos guarde de la mano de los filisteos.
Y Samuel tomó un cordero de leche y lo sacrificó entero en holocausto a Jehová; y clamó Samuel a Jehová por Israel, y Jehová le oyó.
10 Y aconteció que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel.
11 Y saliendo los hijos de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta abajo de Bet-car.
12 Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer,[a] diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.
13 Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel.
14 Y fueron restituidas a los hijos de Israel las ciudades que los filisteos habían tomado a los israelitas, desde Ecrón hasta Gat; e Israel libró su territorio de mano de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y el amorreo.
15 Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió.
16 Y todos los años iba y daba vuelta a Bet-el, a Gilgal y a Mizpa, y juzgaba a Israel en todos estos lugares.
17 Después volvía a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí juzgaba a Israel; y edificó allí un altar a Jehová.
En la secuencia de estos temas no muy frecuentes en la prédica he escogido uno que tiene mucha historia y se puede cotejar en la actualidad con los hechos del mundo que nos rodea y aun por la repercusión en la vida personal.
Baal ha sido el sinónimo del demonio y en franca oposición a nuestro santo Dios. Hoy revisaremos varios episodios en los cuales se narra lo que le pasa a Baal y sus dioses cuando se enfrentan al único y sabio Dios.
El arca del templo, es conocido por todos que tenía poderes sobrenaturales a tal punto que no se podía cargarla sin ser afectado, algunos hasta de muerte.
Durante la época de Samuel, el juez de Israel, sucedieron algunos acontecimientos, por ejemplo que los filisteos se robaron el arca 4:10-11
17.
Elí muere al conocer la noticia del robo.
Mientras es interesante mirar que pasa en territorio filisteo cuando guardan el arca robada, Samuel 5
Dagón era una de los dioses de Baal que sufrió la destrucción frente al poder del arca. El pueblo tuvo tumores y pestes.
Los filisteos se asustaron y decidieron devolver el arca con una ofrenda
Samuel 6.
Los israelitas reciben con júbilo el arca, mientras los insensato filisteos pretenden atacarlos nuevamente 7:10
Cuando se produce la victoria dada por Dios a Israel sobre los filisteos, colocó una piedra y la llamó EBENEZER que quiere decir “hasta aquí nos ayudó Jehová”.
Esta historia si la comparamos con el mundo actual, nos recuerda que es Dios quien nos dará la victoria sobre sirios y troyanos. No nuestras fuerzas.
Ha estallado una guerra entre el Estado Islámico y los Sirios. El año pasado los primeros bombardearon Palmira, en donde la Unesco había calificado de tesoro de la humanidad el templo de Baal y desde entonces se han agudizado los conflictos. Los islámicos pretenden acabar con todos los paganos, como hacían los filisteos contra los israelitas.
Dios no tolera los ídolos, el es un Dios celoso, tampoco tolera los impostores.
Pastor Roberto Proaño

Las promesas a Dios

Jueces 11: 1-11(31)
11  Jefté galaadita era esforzado y valeroso; era hijo de una mujer ramera, y el padre de Jefté era Galaad.
Pero la mujer de Galaad le dio hijos, los cuales, cuando crecieron, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer.
Huyó, pues, Jefté de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob; y se juntaron con él hombres ociosos, los cuales salían con él.
Aconteció andando el tiempo, que los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel.
Y cuando los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel, los ancianos de Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob;
y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que peleemos contra los hijos de Amón.
Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción?
Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Por esta misma causa volvemos ahora a ti, para que vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón, y seas caudillo de todos los que moramos en Galaad.
Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me hacéis volver para que pelee contra los hijos de Amón, y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré yo vuestro caudillo?
10 Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Jehová sea testigo entre nosotros, si no hiciéremos como tú dices.
11 Entonces Jefté vino con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo eligió por su caudillo y jefe; y Jefté habló todas sus palabras delante de Jehová en Mizpa.
A propósito de estos variados temas, de los cuales en ocasiones hablamos o pasamos sin detenernos, he propuesto hablar de un tema controversial, que espero sea de bendición como lo fue para mi.
Tiene que ver con las promesas que hacemos al Señor.
Esta es la historia de un guerrero de Israel, cuyas circunstancias personales son de destacar.
Miremos el libro de los Jueces en el capítulo 11.
Jefté es el nombre de nuestro personaje, de la tierra de Galaad, era hijo de una ramera.
Los hijos del matrimonio lo botaron fuera de su casa por este hecho, lo cual le dejó expuesto a malas influencias.
Al parecer esta preparación de mundo lo hizo mejor guerrero. Sucedió que cuando los amonitas se fueron contra Israel, los ancianos de Galaad se acordaron de Jefté que ya tenía fama de buen guerrero y le piden que vuelva a su pueblo y casa, miremos el verso 7.
Le ofrecen ser un líder y caudillo, según el verso 11.
Viene luego el enfrentamiento con el ejército amonita y finalmente Jefté vence en la batalla según el verso 29.
Aquí nos detenemos a mirar bajo que precio lo hizo.
Si los de Galaad le prometieron hacer de el un caudillo, él en cambio le promete a Dios que si le da la victoria le ofrecería en sacrificio a quien atravesare las puertas de su casa, verso 31.
El verso 34 nos cuenta que cuando llegó de la batalla salió a recibirle su única hija, lo cual le provocó que rompiera sus vestidos (35)
Al parecer lo que sucedió fue que no la sacrificó pero si la preservó en virginidad y nunca conoció varón.
Desde entonces hay la costumbre en Israel que año tras año. Las doncellas en Israel lloran en recordación de la hija de Jefté.
Este juez duró seis años en ejercicio de su judicatura y murió para ser enterado en una de las ciudades de Galaad.
Cuando hicieres promesas a Dios asegúrate de cumplirlas!!
Pastor Roberto Proaño

El proposito de las pruebas

Cita biblica: 2 Corintios 12:7-10
Y cuando Jehová vio que se habían humillado, vino palabra de Jehová a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré; antes los salvaré en breve, y no se derramará mi ira contra Jerusalén por mano de Sisac.
Pero serán sus siervos, para que sepan lo que es servirme a mí, y qué es servir a los reinos de las naciones.
Subió, pues, Sisac rey de Egipto a Jerusalén, y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey; todo lo llevó, y tomó los escudos de oro que Salomón había hecho.
10 Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los entregó a los jefes de la guardia, los cuales custodiaban la entrada de la casa del rey.
11 Cuando el rey iba a la casa de Jehová, venían los de la guardia y los llevaban, y después los volvían a la cámara de la guardia.
Contrario a la enseñanza contemporánea de los predicadores de la prosperidad, quienes afirman que si vienes a Cristo tendrás salud, dinero y fama; la Palabra de Dios afirma que los cristianos pasaremos por tribulaciones, así lo testificó Cristo y sus apóstoles (Juan 15:20; Hechos 14:22; 1 Pedro 1:6-7; 2:21; Santiago 1:2-4). Dios es el controla el universo y quien permite que pasen ciertas circunstancias difíciles en la vida del creyente, y lejos de ser una muestra de la ira de Dios, estas circunstancias son uno de los resultados de la justificación que tenemos en Cristo Jesús. (Romanos 5:1-5)
Quizás hoy no entiendas por qué o para qué Dios está permitiendo éstas circunstancias y te preguntes ¿cuál es el propósito de Dios con todo esto? En 2 Corintios 12:7-20, Pablo nos enseña que Dios permite las pruebas en nuestra vida para que podamos ser hechos conforme a la imagen de Cristo, para que experimentemos de su gracia y poder y para que aprendamos a gozarnos en las mismas.
Debemos entender que el mayor bien de nuestras almas es: el ser hechos conforme a la imagen de Cristo y que si estamos en medio de las pruebas Dios nos sostendrá con su gracia. Dios te dará la salida a su tiempo, no a tu tiempo (1 Corintios 10:13); pero en el ínterin ha prometido consolarnos y darnos de su poder para resistir. Él no te dejará ni te abandonará, él te sostendrá con su diestra. 
Pr. David Carillo

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