Lect.
Bíblica: Mateo 1: 18-25 (Isaías 7:14)
1:18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
1:19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
1:20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
1:22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
1:23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel,
que traducido es: Dios con nosotros.
1:24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
1:25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.
Grato
tiempo el de Navidad, el del nacimiento de Jesús que traducido quiere decir El
Salvador.
Hoy
consideraremos este nuevo nombre EMANUEL cuyo significado es DIOS CON NOSOTROS.
Nosotros
mas allá de la historia miraremos el anuncio profético hecho por el profeta
Isaías en su libro el capítulo 7 verso 14 y que se cumple 700 años después en las condiciones señaladas. Revisemos los
detalles que resultan ilustrativos y confirmatorios de la fe.
Impresionante
el anuncio de la selección de una virgen, una doncella, una pequeña ciudad y
una revelación en sueños para José que
no deja de asombrar, además de la sucesión de acontecimientos que tienen lugar
con el propósito de preservar la vida del niño Jesús.
Hay
que comprender que Jesús es el Hijo de Dios, encarnado que nace como un
indefenso niño al igual que todos nosotros, no es el superbebé que puede matar
de un golpe a quien se le acerque, ni es el niño malcriado desobediente que
hace rabietas y maldades a otros niños. Es el niño que nace en un establo,
crece en casa de un obrero, camina y juega con otros niños y a temprana edad lucía
conocimientos no acostumbrados, como para contender con los doctores de la ley.
Seguramente Jesús sabía la Torah al revés y al derecho a los doce años. Esto se
exigía a cualquier otro niño judío con mayor razón Jesús debía dominar este
tema.
Ser
Emanuel era la cualidad que otros no la tenían. Sus padres deben haberse
maravillado varias veces en el día a día con este hijo.
DIOS
CON NOSOTROS, revela que EL sabe de nuestras dolencias y padecimientos, de
nuestros logros y triunfos, de nuestras frustraciones y nuestros desencantos
Hoy
recordamos al niño de Belén que luego sería el Cristo de la cruz y finalmente
el León de Judá que ha vencido y el libro abrirá.
Si
tienes a Jesús entonces tienes FELIZ NAVIDAD.
Pastor Roberto Proaño
Pastor Roberto Proaño
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