Lectura
bíblica: 1 Tesalonicenses 5: 1-28 (21)
Esta carta
del apóstol Pablo es la primera dirigida a una iglesia naciente, localizada en
la región de Macedonia, con gran actividad comercial.
Contiene
varias enseñanzas, he escogido una de ellas, para respetar los estudios
bíblicos que en cada manantial se llevan a cabo entre la semana.
Pastoralmente
el apóstol Pablo habla sobre la segunda venida de Cristo y de cómo será la
misma para los cristianos y para los no cristianos.
En el primer
escenario no hay dramas ni lamentos, antes bien dice el verso 8 debemos estar
vestidos con la coraza de fe y amor y
con la esperanza de salvación como yelmo. Vale detenerse en esta explicación y
observarla en el espejo de este mundo postmodernista.
El verso 9
nos da tranquilidad y tarea. Este mundo no es el escenario para pelear ni
ejercer ira, sino para predicar la salvación. Hermanos no conviene al cristiano
pelear, disgustarse y pelearse no es la misión, pero si lo es predicar la
salvación en Cristo.
A esto se
suman unas cuantas recomendaciones de la vida interna de la iglesia, resaltando
el verso 17, orad sin cesar, de modo que aquí está el ejemplo a seguir.
Lo de ser
irreprensibles o sinceros hay que repetirlo hasta la saciedad, que se traduce
como si no tuviéramos rajaduras ni desperfectos que tapar.
Que Dios nos
bendiga.
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