Lectura bíblica: Lucas 4: 14-30 (21)
14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
15 Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.
Jesús en Nazaret
16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.19 A predicar el año agradable del Señor. m
21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
22 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
23 Él les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.
24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.
25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;
26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.
28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;
29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.
Durante estos domingos de agosto abordaremos temas diferentes
desde la biblia.
El tema de hoy tiene relación con la libertad. Precisamente Quito
encendió la llama de la libertad y por eso se celebra con euforia este
acontecimiento.
Yo me he permitido revisar el episodio en que Jesús se atreve ante
grandes religiosos a leer un pasaje de las sagradas escrituras que les provocó
urticaria y hasta enojo.
Asombra que escogieran el rollo con el tema de Isaías y el anuncio
de libertad (Isaías 61) para mencionar que EL era el cumplimiento a este
ofrecimiento.
Primero se declara el ungido de Dios, el que da el anuncio del
evangelio a los pobres, cura a los quebrantados del corazón, a los cautivos les
promete libertad, hace ver a los ciegos, libera a los oprimidos, en definitiva
a anunciar el Año agradable del Señor.
Miremos y analicemos estos anuncios y las reacciones diversas de
quienes lo escucharon.
Al parecer no hubo alegría desbordante en este auditorio y Jesús
se anticipa en dar explicaciones que posiblemente comprometían a mas de uno.
Miren el verso 28, TODOS SE LLENARON DE IRA, porque aparentemente
el dar estos beneficios sin renta afectaban las arcas de la sinagoga y tumbaba
a las autoridades.
Intentaron despeñarle desde la montaña alta, mas no había llegado
su hora y pasó por en medio de ellos y se fue.
Me pregunto si el día de hoy no sucede lo mismo. Esperamos estos
beneficios y creemos que hay que pagar por ellos. Quizás en los términos de la
salud física esta sea costosa, en términos de salud mental igualmente largas
sesiones y costosas con los especialistas.
Pero esta mañana de libertad el Señor está ofreciendo curar
corazones quebrantados, salud a los enfermos, no importando cual enfermedad
sea. Hay muchos casos pero tu caso es especial.
Jesús es el libertador!
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