2:1 Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.
2:2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
2:3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.
2:4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.
2:5 Y también, el que es dado al vino es traicionero, hombre soberbio, que no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se saciará; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó para sí todos los pueblos.
La historia de la iglesia protestante debe recordar este libro, en cuyo original se encuentra esta frase que conmovió en el siglo XV a Martín Lutero este monje que se rebeló en contra del status católico romano que imperaba para ese tiempo. Me refiero al verso 4 del segundo capítulo que dice: “…MAS EL JUSTO POR SU FE VIVIRÁ.” Aquí nace la gran revolución religiosa que dará lugar al movimiento protestante del cual en último término es la iglesia evangélica la heredera y nosotros como SILOE nos identificamos con ella. Conviene entonces conocer a fondo lo relacionado con este capítulo de la vida de Israel, los Caldeos y Nínive, para explicar de donde surge esta frase. El libro es rico en descripciones muy humanas de angustia por las injusticias y el aparente éxito de los impíos frente a la vida de los creyentes, mas hemos de considerar lo dolorosa que será esta vida lejos de Dios. Para esto entenderemos las respuestas que el mismo Dios nos da para alentarnos en seguir y perseverar en un camino de santidad y justicia. Hoy es un día especial para todos cuando evidenciamos que muchos deciden bautizarse y entregar su vida a Cristo. Será importante decirles a todos que la vida cristiana en plenitud no garantiza la ausencia de problemas o la bonanza económica, probablemente sea lo contrario. Entonces el verdadero sentido de vivir para Cristo es el de la piedad y la justicia a cualquier precio. Dios nos aliente a seguir adelante a cada uno de nosotros. Pr. Roberto Proaño
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