No es una coincidencia que el día de hoy9:24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron:
Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador. 9:25 Entonces
él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo
sido
ciego, ahora veo. 9:26 Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te
abrió
los ojos? 9:27 El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis
querido oir;
¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros
haceros sus
discípulos? 9:28 Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su
discípulo; pero
nosotros, discípulos de Moisés somos. 9:29 Nosotros sabemos
que Dios ha
hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea.
9:30
Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que
vosotros no
sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. 9:31 Y sabemos
que Dios no
oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace
su voluntad, a
ése oye. 9:32 Desde el principio no se ha oído decir que
alguno abriese los
ojos a uno que nació ciego. 9:33 Si éste no viniera de
Dios, nada podría
hacer. 9:34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo
en pecado, ¿y nos
enseñas a nosotros? Y le expulsaron.9:35 Oyó Jesús que le
habían expulsado;
y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de
Dios?9:36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en
él?
9:37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que
habla contigo, él es.9:38 Y
él dijo: Creo, Señor; y le
adoró. 9:39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo
a este
mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean
cegados. 9:40 Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al
oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos? 9:41 Jesús les
respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas
ahora, porque
decís: Vemos, vuestro pecado permanece.
presentemos el tema del ciego sanado y salvado en Siloé.
Es el momento de culminar con este
mensaje de obediencia, cuando el desafío ha sido presentado por Jesús con el
mismo vigor del tiempo bíblico en el día de hoy.
Recorreremos la historia del estanque o
la piscina de Siloé para entender mejor su importancia.
Analizaremos la situación de un ciego de
nacimiento que era parte del paisaje en esos lares.
Distinguiremos este diálogo de necesidad
y resolución de la aflicción. Del sanador y del enfermo. Del perdido y el
salvado. Del interrogado al libertado. Del don nadie al personaje famoso.
Haremos conclusiones propias de nuestro
análisis a la luz de lo que sucede en nuestros días. Analizaremos las conductas
mas destacadas de esta historia.
Al final oraremos para que Dios nos deje
sacar las respuestas apropiadas y recibir la sanidad y salvación que nos ofrece
su hijo Jesucristo.
Que Dios nos bendiga a todos este día.