La pascua y el pentecostés

Lectura bíblica: Levítico 23: 9-22 (16)

23:9 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
23:10 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega.
23:11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá.
23:12 Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová.
23:13 Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin.
23:14 No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en dondequiera que habitéis.
23:15 Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán.
23:16 Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová.
23:17 De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová.
23:18 Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año, sin defecto, un becerro de la vacada, y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones, ofrenda encendida de olor grato para Jehová.
23:19 Ofreceréis además un macho cabrío por expiación, y dos corderos de un año en sacrificio de ofrenda de paz.
23:20 Y el sacerdote los presentará como ofrenda mecida delante de Jehová, con el pan de las primicias y los dos corderos; serán cosa sagrada a Jehová para el sacerdote.
23:21 Y convocaréis en este mismo día santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones.
23:22 Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios. 

Luego de conocer algo del calendario hebreo, recordemos el mes de Abib o llamado también de Nisan (término babilónico), como el más importante, porque marca el inicio de la celebración pascual, que para los judíos marcaba el recordatorio de su huida de Egipto y lo hacían con el pan ácimo, sin levadura y que sin lugar a dudas colocaba a todos en la expectativa de una gran celebración. Se debía ofrecer un cordero (12) de un año, sin defecto en holocausto y este era acompañado de varios ingredientes que nos demuestran una gran preparación.

Me llama poderosamente la atención el verso 16, cuando pide contar cincuenta días posteriores de la pascua para ofrecer el nuevo grana a Jehová.

Es aquí en donde debemos mirar cuidadosamente las fechas de este calendario.

Nos trasladaremos al libro de los Hechos de los Apóstoles en el capítulo 2, que inicia diciendo: “Cuando llegó el día de Pentecostés……” entonces hagamos un alto. Pentecostés, significa “quincuagésimo” y hace referencia a la celebración de las cosechas del cual nos habla Levítico 23:16.

En este día se ofrecían las primicias. El ES es la primicia de la herencia del creyente, Efesios 1:11-14.

Vale decir entonces que la fiesta del mes de Nisán, se cumple para el pueblo de Dios con muchos argumentos en donde llevamos ofrendas y EL nos da el ES.

Cincuenta días luego de la pascua se celebra el Pentecostés que es sinónimo de ofrenda, amor, dádiva. El pueblo de Dios por otra parte se reúne, le canta y comparte todo sin límites.

Leamos juntos del libro de los Hechos en el capítulo 2 los versos 27 al 39.

Y nos preguntamos qué haremos en estos días para tener poder? Aquí la respuesta.

Que Dios nos bendiga ricamente en estas pascuas de navidad.

Pastor: Dr. Roberto Proaño