miércoles, 15 de julio de 2015

¿Quién era y quién soy?



Lectura bíblica: Hechos 22:6-21 (21)
Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó mucha luz del cielo;
y caí al suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues.
Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo.
10 Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, y ve a Damasco, y allí se te dirá todo lo que está ordenado que hagas.
11 Y como yo no veía a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegué a Damasco.
12 Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban,
13 vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré.
14 Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.
15 Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído.
16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.

Pablo es enviado a los gentiles

17 Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis.
18 Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí.
19 Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti;
20 y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban.
21 Pero me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles.

Habíamos dejado al apóstol Pablo frente a la multitud que gritaba enardecida ¡MUERA!

Frente al tribuno ahora tenía la oportunidad de defenderse. Miremos lo que hace Pablo en su defensa:

Apela a su origen nacional; a su lugar de nacimiento; a su formación religiosa y por último a su condición personal.

Rom. 9:4 resalta que es judío y esto tiene mucha fuerza, probablemente usó el texto de Deut. 7:6 y con esto todo judío sabía que era especial.

Pero también era romano y esto lo protegía de ser puesto preso, miremos los versos 25 al 29.

Aparentemente estaba a salvo, pero igual lo querían matar.

Luego usa sus estudios y respaldo de Gamaliel, que era muy respetado en el Sanedrín, recordemos su intervención a favor de Pedro en el cap. 5:34.

Pero  lo mas sobresaliente es su comparación de la vida pasada con la actual, mediada por el encuentro con Jesús.

Pablo relata paso a paso como el era un perseguidor de la iglesia y los cristianos hasta el día en que Jesús le habló personalmente.

Personalmente me gustan los versos desde el 13 al 16 en donde se relata como recupera la visión y descubre un nuevo motivo de vida: conocer la voluntad de Dios, ver al Justo y escuchar su voz

Pensemos por un momento este proceso, porque me parece que en muchas ocasiones nos hace falta descubrir el proceso y dejar que Dios hable.

Todo esto para ser testigo a todos los hombres, sin excepción, incluyendo al tribuno que escuchaba asustado este proceso.

Pablo le increpa y le dice que esperas para bautizarte si crees en Jesús, lava tus pecados, invoca su nombre.

Este llamado se repite el día de hoy y tiene fuerza al igual que en el pasado. Veamos quienes responden.

En el caso de Pablo, fue enviado a los gentiles a predicar y por esta razón se convirtieron a Jesucristo.

Quiera el Señor que esta mañana usted pueda entregar su vida al Jesús redentor, salvador y santificador.

Pastor Roberto Proaño


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