lunes, 10 de agosto de 2015

Dependencia en Dios



Lectura bíblica: 1 Reyes 17:1-24 (24)

Elías predice la sequía

  Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:
Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.
Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.
Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.

Elías y la viuda de Sarepta

Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo:
Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.
10 Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba.
11 Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
12 Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.
13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.
15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.
16 Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.
17 Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento.
18 Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?
19 El le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama.
20 Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo?
21 Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él.
22 Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió.
23 Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive.
24 Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca.


Estos dos domingos revisaremos historias reales de hombres ejemplares en la fe.
Comenzaremos con Elías. Debemos decir de el que fue un profeta levantado por Dios en tiempos de obscuridad espiritual, cuando el mal rey Acab había levantado un templo e imágenes a dioses falsos como Baal y Asera.
Elías debía enfrentar de por medio a quienes adoraban a estos dioses. Jezabel fue la reina esposa de Acab que se encargó de perseguir y matar a los siervos del Dios altísimo, en consecuencia  Elías tuvo que enfrentarla.
Miremos 1 Reyes cap. 16: 29-34 y encontraremos la descripción de lo mencionado.
Aquí aparece la figura de Elías, varón valiente y claro en su mensaje. Desde luego se enfrenta al rey Acab y le anuncia un desastre, lo cual no debe haberle gustado.
La sequía se produce y Elías debe esconderse. Dios lo guía y le suceden cosas extraordinarias mientras Acab sufre las consecuencias de la sequía.
Habían pasado tres años de sequía y podemos imaginar lo que estaba pasando con ese pueblo. Dios le pide a Elías que se presente al rey Acab y le diga “yo haré llover” y lo conmociona de manera que llama a su asesor Abdías quien era “siervo de Jehová” y había salvado de la muerte a 100 profetas de Dios, cuando la reina Jezabel los buscaba para ejecutarlos, hecho que lo dejó en mal predicamento frente al rey. Elías llega a estar en presencia de Acab y este lo reconoce y lo acusa de ser el que trastorna a la gente (17). Elías le confirma y le pide que cite a todos los sacerdotes de Baal en el monte Carmelo para un desafío (20-22)
Los falsos profetas clamaron y no obtuvieron respuesta del cielo (26), entonces Elías se burló de ellos (29-30)
Entonces Elías pidió que el pueblo se acercara y mirara lo que su Dios iba a hacer. Fue una gran demostración de la acción de Dios.
Pero Elías debía enfrentar el odio de Jezabel que lo buscaba para matarle por la burla y el exterminio de los falsos profetas.
Termina huyendo a Horeb y aquí se inscribe una de las mejores lecciones para la vida de un cristiano, miremos el cap. 19
Dios nos bendiga con su palabra este día.

Pastor Roberto Proaño

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