El mensaje a Esmirna
8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:
9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.
10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
Al extraer las enseñanzas de esta segunda carta a la iglesia de ESMIRNA en el Apocalipsis debo pensar en que términos se aplica la día de hoy y debo confesar que me parece leer una advertencia escrita para el día de hoy, en donde la iglesia de Jesucristo debe confrontar su fe, sus principios con tantas otras corrientes de pensadores de este mundo que a ratos nos confunden.
Miremos el entorno de Esmirna, que a propósito estaba en una ciudad, la tercer en población en la actual Turquía, hoy tiene alrededor de 4 millones de habitantes.
A esta ciudad le corresponde los inicios de la banca, allí se acuñaron las primeras monedas para el comercio, una de ellas tenía la cara de Diana por un lado y una corona de victoria en el otro lado.
Aquí se tenían como escuelas del pensamiento al gnosticismo, el montanismo, el nicolaismo y al marcionismo. Interesante saber que pensaban y predicaban cada uno de ellos.
Por esta razón creo que se semeja al panorama actual. Hoy estas corrientes han resurgido quizás con otros nombres pero causan confusión en la gente.
Esmirna era una ciudad rica y en contraste la iglesia era una comunidad pobre.
Además se anuncia una persecución que culminaría con encarcelamiento de diez días. Aquí la referencia de la historia bíblica nos coloca frente a Daniel, relato hecho en su libro el cap. 1, versos 12-14 y nos demuestra la manera como hemos de sobrellevar estas prisiones.
La acrópolis sobre el monte Pego que tiene hermosos edificios, es conocida como la corona de Esmirna.
Dice Juan que tenemos una corona de la vida para quienes nos mantengamos fieles hasta la muerte. Esto lo confirma Santiago 1:12.
El tema de la segunda muerte lo trata claramente Apoc. 20: 6-10 y 14
El cristiano muere una sola vez pero nace dos veces.
Que el Señor añada la bendición a esta meditación.
Pastor Roberto Proaño
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