3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
3:2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
3:3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
3:4 tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
3:5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
3:6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
3:7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 3:8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
3:9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
3:10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
3:11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
3:12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;
3:13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
3:14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
3:15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
La Iglesia Evangélica Siloé enseña a través de los estudios bíblicos y los sermones las cuatro verdades fundamentales del Evangelio de Jesucristo. Gonzalo Correa E6 N57 - 101 entre Alfonso Altamirano y Capri. Teléfonos: 3460412 3460345 3460320 E-mail: siloe97@yahoo.com - fundaciondeapoyocristiano@hotmail.com Skype: siloe2011 (Domingo 10:00 )
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Conciencia de Eternidad
jueves, 22 de septiembre de 2011
La humildad
5:1 Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada:
5:2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;
5:3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.
5:4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.
5:5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque:
Dios resiste a los soberbios,
Y da gracia a los humildes.5:6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;5:7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
5:9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
5:10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
5:11 A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
jueves, 15 de septiembre de 2011
LA FIDELIDAD
2:1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2:2 Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. 2:3 Santo era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoraban eran culpables; mal venía sobre ellos, dice Jehová. 2:4 Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. 2:5 Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos? 2:6 Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre? 2:7 Y os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su fruto y su bien; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e hicisteis abominable mi heredad. 2:8 Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha. 2:9 Por tanto, contenderé aún con vosotros, dijo Jehová, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé. 2:10 Porque pasad a las costas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, y considerad cuidadosamente, y ved si se ha hecho cosa semejante a esta. 2:11 ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha. 2:12 Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová. 2:13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.
En el ambiente cristiano podremos entender claramente esta asociación muy usual en la biblia, sobre el matrimonio y la relación entre Dios y su pueblo. Fuera del ambiente cristiano se entenderá con rigurosidad clásica el concepto de fidelidad.
Para los musulmanes, los cristianos somos los infieles y para los cristianos quienes no tienen a Cristo en su corazón son los impíos.
Cómo entender a Jeremías el profeta de Dios en estas afirmaciones?
Sencillo, el ha vivido la impiedad de su pueblo y nada puede hacer con los oidos sordos o la ceguera espiritual, de manera que solo sentencia y da la voz de alerta.
Examinemos varias de las alegorías que el usa. Describe una a una las acciones y las compara con las de un joven que se ha casado. Fiel, amante, compañero desinteresado. Soportaba los ataques externos.
De pronto se pregunta que pasó para que estos valores cambiaran y se trocaran por la vanidad, la ingratitud, la deslealtad, comenzando por los líderes sean civiles o religiosos.
En el mundo se entiende que sin Dios, la gente deambule rindiendo loas al diablo, pero que siendo de la familia de Dios que cambies tu vida por la de un pecador, equivale a cavar cisternas rotas que no retienen el agua.
La fidelidad es la fuente inagotable para saciar la sed, después de largas jornadas de lucha o de la fatiga del día o simplemente luego de la adversidad y el caminar diario, es hermoso llegar a la fuente de tu cisterna de agua limpia.
Se nota al hombre y la mujer que tienen calmada su sed.
Que Dios nos bendiga.
viernes, 9 de septiembre de 2011
La obediencia
5:29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. 5:30 El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. 5:31 A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. 5:32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen. 5:33 Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos. 5:34 Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles, 5:35 y luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres. 5:36 Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A éste se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada. 5:37 Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le obedecían fueron dispersados. 5:38 Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; 5:39 mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.
Luego de haber abordado el tema del amor y el respeto, quiero presentarles una reflexión sobre la obediencia.
Desde el Génesis este es un tema transversal que cruza hasta el Apocalipsis.
En el Edén cuando todo era un paraíso, fue la desobediencia la causa del desastre. Reiteradas veces hemos visto al pueblo de Israel, desobedecer y pagar las consecuencias por esta razón.
En el N. Testamento, el tema de la obediencia se vuelve supremamente importante. Vemos aquí en el libro de los Hechos de los Apóstoles que la conminación es OBEDECER a DIOS antes que a los HOMBRES.
Llama también la atención que está admonición se repita en el libro a los Efesios en el capítulo 6 verso 1 y 5. Primero pidiendo a los hijos OBEDECER a sus padres EN EL SEÑOR y a los siervos OBEDECER a los amos con temor y temblor.
Con su permiso voy a invertir el orden y les hablaré de los casos respectivos a la luz de la Biblia.
El no obedecer al jefe, implica desacato de la autoridad. Hoy en día el mundo ha perdido el respeto a la autoridad. En el AT no obedecer al rey equivalía a firmar sentencia de muerte.
En el caso de la desobediencia y rebeldía de los hijos, la sanción también era fatal.
En el caso de la desobediencia a Dios, es el extremo del desastre.
Para cualquiera de los casos las consecuencias son funestas, por esta razón en esta mañana dedicaremos nuestro tiempo para revisar si somos obedientes, primero al Señor y luego a nuestras respectivas autoridades comenzando por la casa.
Que Dios nos bendiga grandemente.