domingo, 9 de septiembre de 2012

El poder de la resurrección


Lectura bíblica: Juan 11:17-44 (25)

11:17 Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
11:18 Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios;
11:19 y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
11:20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.
11:21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.
11:22 Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
11:23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
11:24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
11:26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
11:27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
11:28 Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama.
11:29 Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él.
11:30 Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.
11:31 Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.
11:32 María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.
11:33 Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,
11:34 y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.
11:35 Jesús lloró.
11:36 Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.
11:37 Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?
11:38 Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.
11:39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
11:40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
11:41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.
11:42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
11:43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!
11:44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir


Todas las historias bíblicas son verdaderas. Quizás la más sobresaliente es la de la resurrección narrada en diferentes momentos.  En Lucas 7:11-16 se relata la resurrección del hijo de la viuda de Naín. En Lucas 8:40-56 el de la hija de Jairo. Pero los dos sobresalientes constituyen el de Lázaro y el de Jesús. Pues pasadas las horas sin circulación sanguínea los tejidos mueren y comienzan a descomponerse.

En el caso de Lázaro fueron cuatro días y en el de Jesús tres.

Los cuerpos descompuestos tienen mal olor y las bacterias generan material en descomposición que se manifiestan con gusanos.

He aquí los milagros de Dios por mano de Jesús.

Cuando Jesús resucita, se desafían las leyes naturales igual que cuando Lázaro se levantó.

Tiene tremenda importancia biológica este hecho y científicamente se pueden argumentar estos hechos y rebatirlos. En Lucas 27.20 se nos cuenta de un grupo que no creían en la resurrección. Miremos quienes eran los Saduceos.

El poder de la resurrección desde el punto de vista humano es espectacular, pero desde el punto de vista espiritual es singular. Solo Jesús como líder religioso asevera que es EL la resurrección y la vida. Ningún otro líder afirma esto y ningún otro ha resucitado.

Pablo en 1 de Corintios afirma en el 15:13,14 que: si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana es también nuestra fe.

Porque en la 1 carta de los Tesalonisenses 4:17 se asegura que los muertos en Cristo resucitaremos primero para ser levantados en gloria ante su presencia.

Tendremos vida eterna en cuerpos resucitados. Esto si tiene sentido.

Dios nos bendiga este día de fe.
Pastor Roberto Proaño

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