3:1 Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas.
3:2 La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.
3:3 Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo.
3:4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines.
3:5 Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.
El proyecto de estudiar la palabra de Dios en el presente año, conlleva el compromiso pasado de revisar lo escrito en el NT por le apóstol Pablo, en todas sus cartas. Ya hemos incursionado en el libro de Romanos y las demás epístolas.
Hoy iniciamos con entusiasmo la revisión de los llamados profetas menores. Son conocidos de esta manera por la corta extensión de sus profecías mas no por insignificantes.
Ya las analizaremos en los grupos de los manantiales y gozaremos de sus lecciones.
Abriremos el tema con Oseas y para esto ubicaremos histórica y geográficamente los hechos.
Israel estaba dividida en las tribus del norte y la del sur. Ambos lados que tenían diferencias políticas se parecían en una misma condición, se habían apartado de Dios y se habían dejado influenciar por los cultos paganos idolátricos.
El libro de Oseas debe ser estudiado cuidadosamente y no mal interpretado.
Se trata de la historia de un hombre cuyo nombre significa salvación como lo es el de Josué y el mismo Jesús. Este hombre se casa con una mujer que a la postre se descubre como una prostituta y se separa de ella para luego perdonarla.
Cuidadosamente analizado el capítulo 3 nos dará la correcta interpretación de este libro.
Israel, se prostituyó y Dios los perdonó.
Que difícil es entender el amor de Dios. Qué inmenso es su amor para pasar al olvido este pecado tan infernal. Esto es lo que Israel había hecho con EL, lo había traicionado pero ahora era perdonado.
Oseas es considerado el equivalente del apóstol Juan en el NT.
Hay mucho amor en este libro, lo suficiente como para saber que Dios tiene un amor sin límites y nos perdona pecados de toda naturaleza.
Qué hermoso es sentirse limpio con la sangre de Jesús.
Pastor: Dr. Roberto Proaño
Pastor: Dr. Roberto Proaño
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