domingo, 20 de enero de 2013

Conducta del creyente 2ª. Parte


Lectura bíblica: 1 Corintios 7: 1-17 (16)
7:1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;
7:2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.
7:3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.
7:4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
7:5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
7:6 Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento.
7:7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.
7:8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo;
7:9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.
7:10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;
7:11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.
7:12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.
7:13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.
7:14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.
7:15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.
7:16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?
7:17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias.

Esta segunda parte del libro en estudio, se refiere a los problemas específicos que el apóstol Pablo encontró en dicha iglesia.

La cátedra doctrinal se basa en  los mandatos que Pablo reconoce vienen de Dios y otros que vienen de su análisis y propuesta.

El primero en abordarse es el tema del matrimonio. Revisemos detenidamente su contenido y entenderemos los conflictos que tenían y posiblemente resolvamos algunos que tenemos en el día de hoy.

Voy también a referirme al asunto de las libertades vs. el libertinaje que causa muchos dolores de cabeza en la estructura de la iglesia local y lo analiza desde el cap. 8 al cap. 11

Se resalta en medio de este análisis que los pastores tenían problemas de subsistencia. Leamos los versos 13-18 del cap. 9 y de esa manera recomienda que se pague salarios justos a quienes trabajan llevando la palabra de Dios.

Posteriormente Pablo desnuda la contaminación de la celebración sagrada de la Santa Cena y les enseña como debe hacerse esta. Nosotros en SILOE somos fieles observadores de esta ceremonia mensualmente.

Habla también de la participación de las mujeres y su orden en la iglesia 11:11 (Gálatas 3:27-28) que debemos procesar muy bien en todo el concepto y el lugar en donde se pronuncian.

Finalmente, se aborda el tema del hablar en lenguas y muy claramente se instruye como debe suceder esto en una iglesia. (12: 7-11)

Y cierra su discurso a Corinto rechazando la idea de que Jesús no resucitó. (15:14)

Que Dios nos hable y ministre a cada uno en este día.

Ptr. Roberto Proaño

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Skype

Si quiere utilizar Skype y no tiene el programa, descárgalo gratis aquí

Para comunicarse con el Skype de la Iglesia Siloé, haga click sobre éste botón

Skype Me!™