domingo, 11 de octubre de 2015

Lo que Dios espera de mi



Lectura bíblica: Mateo 5: 38-48 y 6:1-15 (6:33)


El amor hacia los enemigos

(Lc. 6.27-36)

38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

Jesús y la limosna

Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Jesús y la oración

(Lc. 11.2-4)

Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Indudablemente la cátedra del maestro dictada en el sermón del monte no solo que es admirable sino ambiciosa.
Qué pretende de nosotros Dios?
Ciertamente hemos escogido un camino difícil de transitar, algunos dirían imposible de realizar. Esta mañana pretendo descifrar el pensamiento de Jesús al desafiarnos con estas enseñanzas.
Desde niño me impresionó este canto: Ama tus enemigos, quiérelos con gran amor y si alguno te ofende ora por el al Señor.
Estamos contra corriente. Mientras este mundo es experto en la venganza y el cobro de cuentas. Jesús dice olvida las deudas, al que te pida dale lo que te pide y mas todavía. Aun tu ropa debes darle.
No hay ninguna gracia en dar amor al que te ama. Hay que amar al que te aborrece, bendecir al que te maldice e interceder por el que te hace mal.
No nos debe interesar la justicia humana sino la de Dios, que se ve en lo íntimo de cada uno y no en lo público.
Los fariseos, conocedores de la ley y las escrituras tenían un serio problema con el exhibicionismo. Eran experto oradores, les gustaba orar en público con un vocabulario sorprendente y con vanas repeticiones. Les gustaba ser aplaudidos luego de cada oración. Una era mejor que otra.
Jesús amonesta y dice que debemos orar en un espacio denominado aposento personal, cerrar la puerta y entonces hablar con Dios. La promesa es que Dios que nos ve en secreto nos recompensará en público. En resumen deja las cosas en manos de Dios que EL hará.
Cómo se estructura el modelo de oración?
Permítanme ensayar un acróstico para saber como orar privadamente utilizando la palabra CASA
Confesión; Alabanza; Súplica; Agradecimiento
Sin desmerecer al modelo de la oración dado por Jesús, solo pretendo mostrar una manera fácil de orar en lo privado, se lo recomiendo ensáyelo en casa y comience a hablar con Dios.
Algo parecido sucede con el ayuno. No es para inspirar lástima ni dolor en los demás.
Qué de las riquezas. Ah tenemos varios textos que se desprenden de esta lectura. Eclesiastés 2:24 es un vivo ejemplo.

Pastor Roberto Proaño

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