Lectura bíblica: Filemón 1:1-25 (21)
Hemos llegado al final de la revisión o del mejor llamado vistazo a las cartas del apóstol Pablo. Es mi deseo que al final quede la inquietud de conocer mejor esta palabra escrita del apóstol que con inspiración del ES nos habla con fuerza el día de hoy.
Hay un pensamiento que me ha gobernado en cada una de estas cartas, el apóstol Pablo se concreta en cosas fundamentales y trascendentes a pesar de los abatares que le toca sortear. No importa cual es el momento de su vida, la predicación es la misma, Jesús es el Señor y Salvador por lo tanto la iglesia se debe solo a EL.
Si está libre predica lo mismo que si está preso o cautivo. Si habla con sus amigos o con los gobernantes lo hace sobre la vida de Jesús y sus enseñanzas.
No se detiene en confrontaciones morales, políticas o sociales. Me recuerdo del enunciado en 1Tesalonicenses 5:9 cuando dice que no estamos para la ira, o cuando en el libro de Tito recomienda predicar la sana doctrina en vez de tratar de corregir a los mentirosos de Creta.
En esta ocasión los invito a disfrutar de una cátedra sobre el perdón, sin que lo mencione evitando contiendas entre siervos, esclavos y amos.
Que Dios nos de su bendición con su palabra.
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